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Con la animación “NADIE EN SIETE PASOS MÁS TARDE”, Teresa Tomás inunda de poesía la arquitectura de la NAU. Una veintena de sus esculturas ocupan este edificio histórico y emblemático de la Universitat de València, donde la artista ha expuesto en diferentes momentos de su trayectoria. El objetivo fundamental de esta propuesta es explorar las relaciones entre realidad y virtualidad mediante la interacción entre la poesía, la arquitectura y las nuevas tecnologías, desvelando el enigma que encierran las imágenes a través del tiempo y el lenguaje. El desarrollo de su reflexión se origina a partir de los globos terrestre y celeste, bienes culturales de interés histórico de la Universitat de València, que transformados en esculturas animadas “Cel y Terra” (2022) protagonizan el metraje, guiándonos a través de las estancias más representativas de esta arquitectura, cuestionando la linealidad temporal al abrirnos las puertas a otros mundos. El espacio arquitectónico de La Nau está vinculado a la trayectoria de la autora a través de exposiciones pasadas y futuras: “OIOM” (1995), ”Colección de mundos” (2004) “Desteixir l’arc iris” (2007) y Campus (2023). Esta intima relación con el edificio a lo largo de más de una década, le anima a imaginar sus esculturas ocupando la arquitectura digital. TT compagina el interés por detalles arquitectónicos, como la forja de las puertas del claustro, con osadas interpretaciones de sus elementos constructivos. El monumento a Luis Vives del claustro es sustituido por “Pión” (2001), una de sus esculturas más emblemáticas. “Angel reloj” (1995) marca la hora en la virtualidad y suplanta al reloj de la azotea. La fuente de la plaza del Patriarca es remplazada por la escultura “Fusión Pix En la fuente” (2021), equipada con un total de 333 dodecaedros, que hacen las veces de presas de rocódromo, otorgándole una nueva estética inspiradas en fachadas con…

El constante sonido del “Ángel-reloj” despierta a la protagonista, iniciando un viaje a través del tiempo que se entrelaza con mi trayectoria personal. Las esculturas exhibidas se transforman en muebles dentro del onírico dormitorio, rescatadas del olvido y reimaginadas con una función en este contexto surrealista. La obra “Dulce abstracción” renace como la alfombra de la habitación, mientras que el busto de “La senda de los ángeles” se convierte en una mesita de noche. La escena se completa con “Un hombre y una mujer por segunda vez en el armario”, adornando una cómoda con espejo, y las esculturas “Pájaro + hombre = corazón de ángel”, transformadas en lámparas que iluminan la morada.

Esta animación explora el pasado de NADIE –escultura/avatar– cuyo tiempo se refleja en el poema LAS ABUELAS de Elisabeth Bishop. La autora reflexiona sobre la analogía de su tiempo y su lenguaje.El reloj de arena marca la geometría con la que Teresa Tomás ha modulado el diseño de los juegos de café a lo largo de su trayectoria. La imagen del antepasado estará eternamente asociada a la función de la cafetera. Los principios funcionales y estéticos que establecen la acción de un objeto sobre otro parecen armonizar con claves de naturaleza simbólica y mágica. La jarra del monarca sirve a sus peones del mismo modo que el Genio concede un deseo a la taza renovando su personalidad al servirle café.En JUEGO DE PÁJAROS es más significativa esta metamorfosis, ya que el BISABUELO, el búho-cafetera, al servir café al resto de los pájaros los transformará en seres animados con cabeza de taza en la pintura. PIÓN y MUSICI, dos de estos personajes, serán quienes acompañen a NADIE, el protagonista de la animación, en su peregrinación a la desaparecida galería de arte Metro Cuadrado en busca del origen artístico de la autora, materializa en la serie TODOS SOMOS LAGARPOS. La imagen tribal conformada por los avatares y cabezudos en el ritual de la escena final anuncia el yo que entra en juego. El café como medida del tiempo.

En el viaje cinematográfico de Pix, nos adentramos en la representación simbólica de un espectador que busca descubrir la Fuente que alimenta la filosofía, la ciencia y el tiempo. A medida que la película avanza, el fluido se convierte en un agente transformador, desafiando las relaciones entre el contenido y su contenedor, otorgándole una nueva identidad mientras disuelve su esencia original. La inmaterialidad de la huella en el mar o la esencia de la sombra en el agua revela las identidades ocultas del estado líquido, veladas por nuestro deseo de conocimiento. En este proceso, el espectador pierde su rigidez al absorber el poema de Wallace Stevens, sumergiéndose en una experiencia que borra las fronteras entre el observador y lo observado.

Esta animación explora el pasado de la escultura-avatar BANGLA, cuyo tiempo se despliega en el poema BANGLA EN SIEMPRE ESTÁ COMPUESTO DE AHORAS de Emily Dickinson. Teresa Tomás reinterpreta sus esculturas del pasado como estrategia para interactuar con la poética del tiempo.El sutil desplazamiento de los sombreros marcará el nacimiento de un mundo sensorialmente saturado por el color de sus flores y el sonido de sus habitantes, esculturas que en el pasado cuestionaron su fisicidad mediante el vuelo en la pintura y la animación.El jugador se proyecta en su avatar, BANGLA, para introducirse en el paisaje de naturaleza escultórica donde se desarrolla la acción. A través del baile se integrará en la coreografía de las esculturas pájaro, donde experimentará con el intercambio de identidades.Al final de la animación el tiempo se revierte. Del huevo, símbolo de la nueva vida, nacerá EL BISABUELO, antepasado de las esculturas aladas que lo engendran. Nacemos en la jaula de nuestros ancestros bailando con el tiempo el juego de las sustituciones.

Esta animación explora el futuro de “Imposible” –escultura/avatar– cuyo tiempo se refleja en el poema “Mi tiempo” de Adolfo Barberá. La autora reflexiona sobre la analogía de su tiempo y su lenguaje.El futuro de “Imposible” se desarrolla en “Tespejame que tespejo” (1986)1, un espacio donde la frontera de la identidad es difusa. El yo que es otro o que no sabe si es otro¬¬ participa en un juego de espejos con aquellas obras del pasado en las cuales Teresa Tomás ha reflexionado sobre el reflejo.“Imposible”, el protagonista de la animación, se despliega en tres figuras idénticas con los que se comunica a través de movimientos miméticos mientras se refleja en las tres esculturas que formaban parte del ciclo del agua en “Alto estado” (2004)2. Conectando con el simbolismo del agua y el mito de Narciso se provoca un trasvase de la imagen reflejada en el que se mira, y vicerversa, en “Bajada al desnudo” (2005)3. Al mirar a través de uno de los ojos de cerradura de la instalación, “Imposible” se desteje en los “Los otros”4 que deambulan en el laberinto de “Destejer el arco iris” (2007)5, obra donde la autora también planteaba la idea de reflejo y mirada, el concepto de creación y transformación en los dos sentidos: volviendo al origen y dando origen. Al final de la animación, el protagonista se transforma en “Fantasma real” (2000)6, ya que como avatar de este videojuego es la encarnación o apariencia del tiempo en el mundo virtual. Se refleja como “Galloina” (2000)7–en referencia a “Irreconocible” (2001)8¬–, el tiempo camina en el espejo. 1 Tespejame que tespejo, 1986. Teresa Tomás. Instalación de materiales efímeros realizada en la galería Postpos de Valencia. 2 Alto estado. 2004. Óleo sobre tela. 97 x 130 cm. Teresa Tomás. Perteneciente a la serie “ La Casa por el…

PIX es un ser digital que manifiesta nostalgia de su pasado primitivo. A través de una regresión en clave poética, el protagonista del vídeo conecta con su esencia natural. La reflexión planteada sobre la coexistencia de la realidad virtual y el medio ambiente, la tecnología y la naturaleza, se despliega mediante las unidades metafóricas del pixel y la flor en una metamorfosis alquímica. Al internarse en la arquitectura de su cabeza, compuesta por nueve sólidos platónicos, PIX siente nostalgia de su fluidez. Del agua que transformó su estado en los cuerpos del ciclo escultórico que representan las tres edades de una flor. CHIQUITA, El rocío de la mañana. FLOR DE LÁGRIMAS, la pérdida de la inocencia Y FLOR DE MAR, las olas de la finalidad.

En este viaje metafísico, un tren se mueve entre lo real y lo imaginario, transformando objetos cotidianos como cafeteras y tazas en símbolos de temporalidad y percepción. “Negrita” se convierte en la encarnación de todos los pasajeros, llevando la pintura como su equipaje simbólico. El tren, como una imagen en movimiento, permite observar el tiempo sin intervenir en él, disolviendo las fronteras entre el pasado, el presente y el futuro. La animación es un poema visual que explora las escalas, los símbolos y la temporalidad. A lo largo del trayecto, la introspección y la memoria se entrelazan con elementos oníricos: un tiovivo sostenido por un fluido inerte, un grano de café que se convierte en maíz, y un gigante que sobrevuela, anunciando un futuro espectral. “Migas”, un pájaro encargado del lenguaje, marca el ritmo en la estación, mientras una columna infinita señala el camino.

En una travesía introspectiva, Negrita se desplaza contra el tiempo, invirtiendo las agujas del reloj para sumergirse en lo que fue. La geometría del claustro se entrelaza con los laberintos de su mente, mientras recorre los cuatro senderos de su estructura cuadrada en una profunda meditación. Frente al reflejo en las rosas rojas, Negrita explora lo que pudo haber sido, navegando por un pasado abstracto que se transforma en los tejados distorsionados de “Edificio espacial” (1991). Cuadrados que se convierten en rombos, entre lo efímero y lo eterno, la protagonista desciende por una escalera para sumergirse en la escultura del pasado, nadando entre los espejismos invertidos de un estanque. Al ascender, confronta su identidad tipográfica y, a través del espejo, se adentra en un pasillo donde el cuadrado rojo revela su naturaleza papirofléxica, dispuesto a plegarse y desplegarse, simbolizando infinitas posibilidades.

BANGLA Y PIX deambulan por un mundo donde el tiempo y el espacio se pliegan y desdoblan configurando una suerte de juego. Son miembros de las familias que componen los TIPOS DIFERENTES, y están conformados por signos de puntuación y su misión es estructurar el pensamiento escrito.Los avatares, facilitadores de sentido, brindan la posibilidad de beber poemas en las vasijas que conforman el paisaje. Al accionar los desarrollos bidimensionales que componen la superficie del juego los personajes quedan atrapados mediante el montaje volumétrico.En el interior de las vasijas el tiempo fluye inversamente, y BANGLA se enfrenta a su pasado observando un video que se proyecta en las paredes del contenedor. El niño tipográfico, en una secuencia onírica, intenta atrapar un ángel bajo la vigilancia materna. Mediante la lectura silenciosa logra decodificar un poema de Eduardo Cirlot, RELOJ ETERNO, y superar de este modo el primer nivel. Por el contrario PIX deberá reiniciar su andadura por el paisaje metafísico, ya que los cuerpos geométricos son caminos sin salida que te devuelven al inicio.Esta animación pertenece al concept art del videojuego de niveles titulado TIPOS DIFERENTES, cuyo objetivo es explorar las relaciones entre realidad y virtualidad mediante la interacción entre poesía y las nuevas tecnologías. Una propuesta donde la autora revisa la experiencia de juego desde claves artísticas, desvelando el enigma que encierran las imágenes a través del tiempo y el lenguaje.

Jugando con la posibilidad de que las cosas sucedan o por el contrario no sucedan, surgen las andanzas de DOS YEMAS: una mascota híbrida formada por cabeza de huevo frito, cuerpo de varillas batidoras y brazos de tenedores. La animación recoge tres jornadas sucesivas que este intrépido personaje protagoniza en una cocina que cambia de color. La sesión de patinaje se celebra en la cocina roja sobre una enorme mesa helada. DOS YEMAS es vitoreada por un animado público de sacacorchos de diseño. El entrenamiento gimnástico se desarrolla en una cocina cyan, rodeada de rodillos y cucharones. DOS YEMAS modela rosquillas con movimientos de Hula hoop, mientras un temporal de dulce nieve glas da un toque poético a tan dura jornada. En la cocina verde, convertida en un particular club de jazz, DOS YEMAS baila sin descanso bajo los reflejos de una setentera bola de espejos.Si la cocina es un espacio abierto a la contingencia, el ciberespacio –donde se publican las animaciones de esta escultura digital– es el medio idóneo donde el diálogo entre arte y diseño tienen una nueva posibilidad de producirse.

SON es una animación de esculturas cuyo título nos indica la doble naturaleza desus figuras ser y sonido. Su tema generador es la música, la música como animal de compañía. Los instrumentos musicales son su leitmotiv. SON está concebida en formato de suite y se desarrolla en tres movimientos: CUERDAS, VIENTO y PERCUSIÓN. A cada movimiento le corresponde una escultura animada.

PERCUSIÓN, rana híbrida, cruce de cuatro instrumentos musicales –platillos, conga, maraca y cascabel– es la escultura animada que protagoniza el tercer movimiento de la suite SON. El anfibio irrumpe en un humedal persiguiendo a la mariposa alucinógena FLYPIANO hasta devorarla en un conato que desencadena el final del concierto. Un desenlace donde esta fantasía escultórica burla la gravedad para recuperar su invisibilidad traspasando el canal auditivo al desvanecerse los efectos psicotrópicos.

VIENTO es la escultura animada que protagoniza el segundo movimiento de la suite SON. VIENTO es un pájaro híbrido, cruce de tres instrumentos musicales: saxofón, flauta dulce y flauta de pan. El movimiento progresa sobre tres paisajes escultóricos. VIENTO comienza su paseo en un jardín desértico entre varios estuches de instrumentos musicales, camuflados en CACTUS y dispuestos en formación de foso orquestal. Desde este oasis remonta el vuelo hacía un jardín aéreo formado por TROPOS, plantas flotantes constituidas por notas musicales y discos digitales, de las cuales VIENTO extraerá el material necesario para construir su nido. El recorrido concluye en la ciudad musical formada por doce matrices de notas musicales, en el que se alternan negras, fusas, corcheas y semicorcheas, construidas a modo de NIDOS. Esta metrópolis es el tercer paisaje donde anidan una colonia de esculturas de la familia VIENTO y es en una de estas moradas donde se aparea y pone un huevo, prueba de la supervivencia de la especie.

Teresa Tomás presenta la primera entrega de su nueva animación SON. Su título nos habla de la doble naturaleza de sus personajes “ser” y “sonido”. Su tema generador es la música, la música como animal de compañía. Una obra concebida en formato de suite y desarrollada en movimientos. A cada movimiento le corresponde una escultura animada, proceso que ha sido realizado en 3D por la propia escultora, en forma de micro narraciones. A partir de modelos virtuales la autora inicia un complejo proceso en el que otorga vida a las esculturas. El movimiento nº 1 de la suite, CUERDAS de 1:30, gira en torno a un perro híbrido, cruce de dos instrumentos musicales: violín y guitarra de flecha. En este movimiento se narra la liberación de la escultura, al desprenderse de las cinco cuerdas que lleva atadas al cuello. Al iniciar su recorrido CUERDAS se encuentra con LLORÓN ⎯un árbol generado por el llanto de sus múltiples ojos. En este enclave el perro busca un lugar donde deshacerse del pentagrama que lo pautaba, en un acto simbólico de enterramiento.

El café, un viajero entre los pliegues del tiempo y el espacio, despierta recuerdos en un rincón fragante de momentos compartidos. Instantes de luz y claridad. Cual oráculo en la penumbra, enlaza hilos con las tradiciones, pulsando al compás del instante presente. Más allá de la taza, el café se convierte en un sendero que nos transporta a través de umbrales que conectan ayeres con futuros todavía sin descubrir. Un elixir sombrío y amargo que encierra un acertijo sutil, como un reloj inmutable, se balancea en su propio ritmo, marcando la perpetua corriente del ahora.

Un conejo blanco, al introducirse a través de un ojo de cerradura a modo de chistera de mago, se descompone —como lo hace la luz a través del prisma— en siete conejos de colores. Los protagonistas se transformarán de «ser de luz» en «conejo de color» a lo largo de un viaje a través de un laberinto metafórico.

LLUVIA baja desnuda la escalera. Al caer las gotas bailan formando una fuente. Cae sobre el tejado-mar que se convierte en las puertas de un armario. Elige para vestirse un traje de conchas y de pez. LLUVIA vestida se llama MAR. Cansada se va a dormir, cuelga sus trajes, el armario se transforma en cama. MAR se arropa para soñar con las sábanas que fueron puertas. Son elevados por un ramillete de globos, en el cielo contemplan su última transformación. MAR sentada se transforma en NUBE con forma de sillón.