Teresa Tomás

 “La belleza será comestible o no será”. Salvador Dalí

 

TT_ Hola David ¿Puedo invitarte a una taza de café?

DL_ Sí, por supuesto.

TT_ Es una manera de responder a tu pasión por el café que tan elocuentemente transmites en tu obra. ¡Has llegado a crear tu propia marca!2

DL_ Sí. Pero tomemos ese café. El mío, por favor, con un poco de leche.

TT_ !Café con Lynch! Aunque la idea era ofrecerte una porción de tarta y una taza sin café.

DL_ “Damn fine cup of coffee”3. Sí, la encuentro tremendamente familiar.

TT_ Esta taza la diseñé pensando en Dale Cooper, mi personaje preferido de Twin Peaks. Este render es su representación virtual, pero tan solo existe en las tres dimensiones de la realidad simulada.

DL _ El sorbo de este café ha sido muy inspirador.

TT_ !Genial!

DL_ Creo adivinar por donde vas… ¿Tu propósito es trasladarme?

TT_ ¡Sí! Al tiempo y el espacio de tu serie...

DL_ !Que buena pinta tienen estas cinco tartas! Va a ser complicado elegir por donde empezar.

TT_ Deberíamos comenzar por “El cielo de las tartas”, como el sargento Cooper llama a la “Double R Dinner”. Confesó que si existiera el cielo sin duda sería como aquel sagrado lugar. Y que mejor icono para aunar cielo y luz con el brillo americano que el luminoso de la RR. La confitura de frutos rojos, sobre la cremosa consistencia del dulce queso, es el mejor modo de pintar las cálidas tonalidades del cielo. Y no es que el café sea un elixir de la verdad, pero realmente las cafeterías son un lugar muy cinematográfico para desarrollar misterios, contar intimidades y perfilar personajes tan surrealistas. Siempre me recuerdan a la visión de Hopper, lugares límite entre lo cotidiano y lo trascendente.

DL_ Realmente deliciosa. Me dejaré llevar y probaré una pequeña porción con otra taza. Así podré completar todo este surreal menú degustación.

TT_ Una de las ocurrencias para la presentación de la siguiente tarta, “Bienvenidos a Twin Peaks”, la encontré precisamente en la similitud formal entre los picos montañosos y la forma tradicional de una porción de pastel. Siempre me pareció una audacia conceptual que el cartel de bienvenida al pueblo de Twin Peaks coincidiera con el de la serie. Compartiremos una de las gemelas, la mousse de nata que corona el bizcocho de chocolate es bastante ligera. La comida es tan física que acaba conformándonos, somos lo que comemos. Me atrevería asegurar que esta colina corresponde a la logia blanca. El tema de la dualidad en tu obra me parece muy sugerente, y especialmente en la serie ¬el enano y el gigante, Laura y Donna, Windom Earle y Cooper… Y, por cierto, el ajedrez es otro de los objetos que comparto contigo. En nuestras profundidades habitan el blanco y el negro. Hablando de dameros, voy a servirte una porción de “Jaque Mate” con una nueva taza.

DL_ ¡Muchas gracias! Parece que mi estomago se rinde ante esta escenografía tan repostera. Si eres tan amable, los preferiría bañados en chocolate, así complementaré el blanco de la colina nevada.

TT_ ¡Perfecto! Para los que no somos ni americanos ni policías, las torres de donuts que Lucy construía en la sala de juntas nos resultaron muy extravagantes. La televisión tiene un gran poder para despertar antojos gastronómicos. En esta imagen se plantea el juego macabro de Windom Earle con el objetivo de controlar la logia Negra, y así dominar al mundo con su maldad. El carácter escenográfico del ajedrez, la teatralidad de sus figuras y el ritmo de los movimientos en la batalla sobre el elegante tablero geométrico, son algunos motivos por los que me apasiona este juego.

DL_ Pero sigamos con la cata. Resulta divertido el modo en el que estamos recorriendo la serie. ¡Me estoy poniendo morado! Por favor, otra taza de café.

TT_ De acuerdo. Contrastemos el dulzor del glaseado con la acidez de las cerezas. Es un sueño estar saboreando está simbólica “Cherry pie” contigo. Hay que saber esperar el momento. Al igual que éste se ha cumplido, estuve esperando la oportunidad de rellenar una guinda con una bombilla y “Las lechuzas no son lo que parecen” me brindó la oportunidad. La masa quebrada crujiente rellena de cerezas maceradas en aromática canela es la preferida de Coopy para acompañar un café mientras averigua quien mató a Laura Palmer.

DL_ Mmm… Seguro que le encantaría probarla. Espero que está no sea nuestra última taza de porcelana blanca.

TT_ Pues te tengo que confesar, y creo que después de tanta cafeína y tanto azúcar hay cierta confianza, que pensaba que "Inland Empire" sería tu último trabajo cinematográfico… Y eso me tenía verdaderamente cabreada. Como fan, no lograba entenderlo. Con aquella película conseguiste hacerme disfrutar de verdad, me dejé llevar. Creía que habíamos llegado, tu como director y yo como espectadora, a una cima de tu trayectoria. Mi mente se abrió y quedó en silencio. Aunque como creativa comprendo el compromiso con nuestro trabajo, y si no hay libertad o suficiente pasión, más vale descansar. Imagínate la alegría que supuso el rumor del retorno de Twin Peaks.

DL_ ¡Bién! Y… ¿Qué has preparado para el The End?

TT_ Bueno… Soy consciente de la dificultad de abarcar una serie tan compleja en cinco tartas, pero cerraremos este laberinto con “La mujer del leño”. La espiral es el leiv motiv de la imagen, evocando la idea de misterio, ensoñación, sueño, hipnotismo… La mujer del leño, una de las personalidades más extravagantes y misteriosas del lugar, mece entre sus brazos un tronco con el que entabla conversaciones turbadoras. Me pareció muy poético susurrarle a un brazo de gitano con mousse de caramelo y corteza de chocolate. Los árboles, el aserradero, la madera... Tal vez alguna de las letras que busca el sargento Cooper aparezcan adheridas en algún árbol de caramelo de la escenografía.

 

1 Al igual que las tazas de café, este diálogo con David Lynch es una simulación. Sin embargo, las tartas fueron cocinadas, fotografiadas y devoradas, incluso.

2 David Lynch Signature Cup.

3 “Taza de café condenadamente buena”. Frase que el teniente Cooper repite cada vez que saborea una taza de café en la serie Twin Peaks.

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